El cielo, tu belleza

A veces el cielo llora de alegría, otras de tristeza,
su dolor resuena sobre mi pecho como truenos delirantes
y su sonrisa me envuelve en un relámpago desbordante,
pintándo sobre mis sueños un arcoiris de colores amantes.
De noche se ilumina con la belleza y seducción de la luna,
las estrellas se toman de la mano y su cuello adornan con un collar de ternura,
mientras que el sol resplandece con fuerza y arrogancia de día,
despertádome con un rayo cálido con esos labios de furia encendida.
Sobre el mar se refleja y se admira de su grandeza,
luego de coquetear con las nubes que acarician sus mejillas
y de permitir al viento recorrele con dulzura y delicadeza.

Y yo....yo sigo mirándole con la vista perdida en algun rincón de la inmensidad,

advirtiéndome el cuan afortunada soy al tener el cielo entre mis brazos,

al despertar cada mañana con el cielo a mi lado,

al poder mirarle a los ojos antes de mirar el reloj y sentirme atrasada en el mundo,

al disfrutar del cielo en su sentimiento y alimentarle del mio con toda intensidad.